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Segunda mano

Mi amor por los mercados de segunda mano nació con este portaretrato: por suerte lo pude poner en mi cuarto en la pared de los lindos recuerdos de mi vida.  Esto lo compro mi mama en un anticuario y fue el primer regalo que ella le hizo a sus padres con su primer sueldo. No se si a ellos le gusto mucho pero la intención fue lo importante y amo me gusto. Me encanta ir a recorrer los negocios de segunda mano, porque encuentro cosas especiales que no están en todos lados. "Los brocki" como los llaman acá.  En Zürich el mercado del usado es super amplio. Hay de todo, algunos son muy baratos, otros no tanto pero yo siempre que puedo me doy una vuelta y siempre algo encuentro. Algunos se preguntaran que tiene que ver este post con la cocina y la verdad que mucho. Varias de las cosas que tengo en mi cocina las encontré en estos mercados. Platos, vasos, tazas, utensillos varios y también alguna que otra reliquia que se usaba antiguamente en la cocina: pisa papas, cucharones,

Algo que me sobro


Feliz año para todos los que me siguen y perdón por haber desaparecido unas cuantas semanas.
Algunas ideas para hacer con las cosas que nos sobraron de una comida. Gracias a mi mama que me enseño que no se tira nada y gracias por estas ideas  (100% de ella).
Muchas veces nos quedan restos y para no volverlos a comerlos de la misma forma te propongo algunas ideas:
Los fideos con salsa se pueden transformar en una rica tortilla de fideos.
Cortar un poco los fideos agregarles huevo batido, un poco de queso rallado y freírla en un poco de manteca y aceite.

El risotto puede convertirse en una rica tortilla. Solo falta calentar una sartén con un poquito de manteca y agregar el risotto aplanándolo en la sartén. Cocinar unos 10 minutos de cada lado. También se pueden hacer croquetas. Armar las croquetas, pasarlas por huevo y pan rallado y freírlas en un poco de manteca y aceite.
Si sobra un poco de carne (por ejemplo de un asado)……..procesarla y agregar un poco de puré de papa, sal, pimienta y opcional un poco de salsa blanca. Tomar pequeñas porciones, aplanarlas y pasar por harina. Freír en un poco de aceite y manteca. Una receta que le encantaba a mi abuelo y a veces cocinaba la carne a propósito para hacer las croquetas. Quedan buenísimas y se pueden comer frías, caliente o tibias.
Con polenta se pueden armar unas cazuelas para llevar al horno. Se le pueden agregar hongos secos hidratados, tomates cortados en cubo, algún queso que tengamos, un poco de cebolla rehogada. Se le agregan unos pedacitos de manteca, un poco de queso rallado y se gratina unos minutos en el horno.

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